Ciberrevista SEEUE




IV Época: Septiembre - Octubre 2015. Nº 45

PROLAPSO DE CORDÓN: ESTUDIO SOBRE LA EFECTIVIDAD DE LA PRÁCTICAS UTILIZADAS ANTE ESTA URGENCIA OBSTÉTRICA

Autoría

Palomo Gómez, Rocío*

Corcuera Ortiz de Guzmán, Lorena*

Carrillo Vega, María Estrella**

Vázquez Lara, María Dolores***

Vázquez Lara, Juana María****

Rodríguez Díaz, Luciano*****


*Matronas Hospital Quirón Campo de Gibraltar.

**Matrona Hospital Materno Infantil Málaga

***Enfermera Atención Primaria Campo de Gibraltar.

****Matrona y Enfermera 061 Ceuta. Coordinadora Unidad Docente de Matronas de Ceuta.

*****Matrona Hospital Universitario de Ceuta y Hospital Quirón Campo de Gibraltar. Profesor Unidad Docente de Matronas de Ceuta.


RESUMEN

El prolapso de cordón es una situación en la que se produce el descenso del cordón a través del cuello o del orificio cervical cuando las membranas están rotas. El objetivo de esta artículo es conocer así como prevenir y manejar el prolapso de cordón como emergencia obstétrica. La incidencia de prolapso cordón es de 0,1 a 0,6% de todos los nacimientos. En presentaciones pelvianas la incidencia es levemente superior al 1%. La formación y el entrenamiento del personal son dos factores que pueden condicionar el resultado.


PALABRAS CLAVE

Prolapso de cordón umbilical, urgencia obstétrica, resultados perinatales, matrona, formación.


TITLE

QUALITATIVE STUDY ABOUT THE EXPERIENCE OF A CRISIS OF ANXIETY IN EMERGENCY

ABSTRACT

The cord prolapse is a situation in which the descent of the cord through the neck or cervical os occurs when the membranes are ruptured. The objective of this article is to know and to prevent and manage cord prolapse as obstetric emergency. The incidence of cord prolapse is 0.1 to 0.6% of all births. In pelvic presentations the incidence is slightly more than 1%. The formation and training of staff are two factors that may influence the outcome.


KEYWORDS

Umbilical cord prolapse, obstetrical urgency, perinatal outcomes, midwife, training.


INTRODUCCIÓN

El prolapso de cordón (PC) es una situación en la que se produce el descenso del cordón a través del cuello o del orificio cervical cuando las membranas están rotas (fig. 1).

La principal causa de asfixia es la compresión del cordón y el vasoespasmo de los vasos umbilicales que altera el flujo de sangre hacia y desde el feto.


El prolapso es una situación extremadamente grave. Puede producir la muerte fetal en pocos minutos por asfixia, al interrumpirse de manera brusca el flujo sanguíneo entre madre y feto.

Si el cordón no queda comprimido por la presentación, el pronóstico fetal es mejor, pero de todas maneras debe actuarse con urgencia1.


Entre su etiología observamos diferentes causas:


Generales:


  • Polidramnios.
  • Malformaciones congénitas.
  • Falta de encajamiento de la presentación.
  • Presentación de nalgas.
  • Situación transversa, oblicua o inestable.
  • Gestación múltiple.
  • Placenta previa parcial.
  • Prematuridad.
  • Presentación móvil.


Asociada a procedimientos:


  • Ruptura artificial de membranas.
  • Versión externa.
  • Versión interna.
  • Inserción de traductor presión uterina.


La incidencia de PC es de 0,1 a 0,6% de todos los nacimientos. En presentaciones pelvianas la incidencia es levemente superior al 1%. La incidencia es mayor en fetos masculinos y en gestaciones múltiples2,3. Se estima que se asocia a una mortalidad perinatal de 9,1%.4

El diagnóstico se realiza mediante exploración vaginal cuando se palpa el cordón por delante de la presentación. El tratamiento incluye en un primer término el alivio de la presión que pueda sufrir el cordón por la presentación: mediante exploración vaginal y/o colocando a la madre en posición Trendelenburg. La terminación inmediata mediante cesárea es el tratamiento de elección.


Tras revisar los diferentes artículos todos coinciden en que cuando el personal sanitario se encuentre ante un caso de prolapso de cordón debe:


A. Colocar inmediatamente a la gestante en posición de Trendelenburg.

B. Tacto vaginal para:

a. Comprobar la FCF (frecuencia cardíaca fetal) palpando el cordón.

b. Descomprimir el cordón, desplazando la presentación hacia arriba, en dirección al fondo uterino.

C. Hay coincidencia en que la manipulación del cordón o el contacto del mismo con el aire puede causar vasoconstricción reactiva y acidosis fetal. Algunos aconsejan envolverlo con gasa empapada en solución fisiológica tibia.

D. Llenar la vejiga con solución fisiológica con una sonda de Foley (500-750 ml).

E. Perfusión IV de β-miméticos a dosis altas (250 mg/min). No se deben retirar hasta la extracción fetal.

F. Sin retirar la mano de vagina, trasladar urgentemente a la gestante al hospital para realizar una cesárea.

a. Solo si la presentación está libre y la FCF es normal se pueden retirar los dedos de la vagina.

b. En caso de presentación no libre o con bradicardia fetal, el tacto se ha de mantener (desplazando la presentación para descomprimir el cordón), hasta la extracción fetal. En este último caso, debe realizarse profilaxis antibiótica durante la cesárea, por el mayor riesgo de infección.

G. Si hay dilatación completa se puede intentar el parto vaginal normal o instrumental, siempre que tengamos la seguridad de que será rápido y seguro5.


Objetivo

El objetivo de esta artículo es conocer así como prevenir y manejar el PC como emergencia obstétrica.


Metodología

Se realizó una búsqueda bibliográfica en Cuiden , PubMed, MedLine, CINAHL, Cochrane Library, Embase y Enfispo utilizando los descriptores prolapso de cordón y obstetricia. Los registros obtenidos oscilaron entre 16 y 20 registros tras la combinación de las diferentes palabras clave.


RESULTADOS

El 50% de los PC están precedidos por alguna maniobra5. Las versiones fetales y la rotura artificial de membranas son las más frecuentes.

Un estudio canadiense identificó cordón en riesgo (laterocidencia o procúbito) en 12% de los casos. Solo el 7,6% de ellos desembocó en PC 6.

Las gestantes con presentaciones no cefálicas y con rotura prematura de membranas en embarazo pretérmino deben ser trasladas en posición trendelemburg.

En un estudio de PC en período expulsivo el porcentaje de Apgar menor de 7 al 5º minuto fue:

5% si el tiempo entre diagnóstico y nacimiento fue menor a 10 minutos,

30% si estuvo entre 10 y 20 minutos y

71% si fue entre 20 y 30 minutos 7,8


Gavia-Benziv y col., en un estudio de cohortes restrospectivo con más de 30 000 partos, encontraron una incidencia de 0,11%, y en 62% de los casos el prolapso fue diagnosticado tras la rotura de las membranas. Holbrook y Phelan, en su revisión sitúan la incidencia entre 1,4 y 6,2 por 1 000.

En una reciente y actualizada revisión, Holbrook y Phelan comunican una mortalidad de 10%, aunque este porcentaje era mucho mayor antes de los años 50 (32% a 47%)9.

Enakpene y col. encontraron relación entre los cuidados prenatales y la asistencia precoz a los servicios de salud en casos de prolapso de cordón8.


Conclusión

Conocer los pasos necesarios para llevar a cabo una atención obstétrica eficaz, asegura unas resultados perinatales óptimos. Se puede confirmar la existencia de evidencias de un impacto positivo del entrenamiento de simulación de emergencias en la confianza, conocimiento y habilidades de los participantes9. Si ocurre una PC, un protocolo de resolución reglado, con un buen entrenamiento de todo el personal sanitario puede mejorar sus resultados y evitar, en lo posible, la morbi-mortalidad fetal.


Discusión

La formación y el entrenamiento del personal son dos factores que pueden condicionar el resultado. Holbrook y Phelan10 describen un algoritmo para la toma de decisiones tras el diagnóstico de un prolapso de cordón que puede incorporarse a cualquier servicio de partos sin necesidad de adaptación. Siassakos y col11. estudiaron el efecto de una sesión de entrenamiento a matronas, obstetras y anestesistas, llegando a concluir que se observa una mejora en las intervenciones registradas, una reducción en los tiempos de intervención, y aunque sin significación estadística, una reducción de ingresos de neonatos en cuidados intensivos y una mayor puntuación del Ápgar 12.
Gibbons et al (2014) sostiene que existe una disminución muy notable de la incidencia de PC en los últimos 70 años. Atribuyen este dato principalmente a la disminución de la proporción de grandes multíparas y al aumento del número de cesáreas cuando se identifica esta emergencia obstétrica.
Existen otros cambios en obstetricia que también han contribuido a esta reducción, como es el retraso en amniorrexis artificial hasta que la cabeza fetal esté bien apoyada.


BIBLIOGRAFÍA:

1. Rodríguez Díaz, L; Vázquez Lara, J. et al. Manual básico de obstetricia y ginecología. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. 2013.

2. Sheiner E, Levy A, Katz M, Hershkovitz R, Leron E, Mazor M. Gender does matter in perinatal medicine. Fetal Diagn Ther 2004; 19:366-9.

3. Faiz SA, Habib FA, Sporrong BG, Khalil NA. Results of delivery in umbilical cord prolapse. Saudi Med J 2003; 24:754-7.

4. Murphy DJ, MacKenzie IZ. The mortality and morbidity associated with umbilical cord prolapse. Br J Obstet Gynaecol 1995; 102:826-30.

5. Eduardo A. Valenti. Guía de procidencia de cordón. Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, vol. 27, núm. 4, 2008, pp. 159-161.

6. Usta IM, Mercer BM, Sibai BM. Current obstetrical practice and umbilical cord prolapse. Am J Perinatol 1999; 16:479-84.

7. Ezra Y, Strasberg SR, Farine D. Does cord presentation on ultrasound predict cord prolapse? Gynecol Obstet Invest 2003; 56:6-9.

8. Enakpene CA, Odukogbe AO, Morhason-Bello IO, Omigbodun AO, Arowojolu AO. The influence of health-seeking behavior on the incidence and perinatal outcome of umbilical cord pro-lapse in Nigeria. Internat J Women’s Health. 2010;2:177–82.

9. Calvert K.L, McGurgan P.M, Debenham E.M, Gratwick F.J, Maouris P (2013) Emergency obsteteric simulation training: How do we know where we are going, if we don’t know where we have been? Australian and New zealand Journal of Obstetrics and Gynaecology. 53: 509-516

10. Holbrook BD. Phelan ST. Umbilical cord prolapse. Obstet Gy-necol Clin N Am. 2013;40:1–14.

11. Siassakos D, Hasafa Z, Sibanda T, Fox R, Donald F, Winter C, Draycott T. Retrospective cohort study of diagnosis–delivery interval with umbilical cord prolapse: the effect of team trai-ning. BJOG. 2009;116:1089–96.

12. Martínez Galiano, J.M; Galvez Toro, A. et al. Resultados perinatales tras un prolapso de cordón mantenido. Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia. Enero 2014.

13. Gibbons C et al.Umbilical cord prolapse: changing patterns and improved outcomes: a retrospective cohort study. pp1705-8.