Ciberrevista SEEUE




IV Época: Mayo- Junio 2016. Nº 49

Incidencia de la Flebitis y Conocimientos de los Profesionales de Enfermería sobre Técnicas de Inserción de Catéteres Venosos Periféricos.

Autoría

LUIS MIGUEL ARROYO RUIZ*

*MARIA AUXILIADORA AMOR JULIÁ**

* Graduado en Enfermería por la Universidad de Córdoba y Máster en “Cuidados del Enfermo en Urgencias y Emergencias”s

**Diplomada en Enfermería por la Universidad de Córdoba. Hospital Dr. Josep Trueta de Girona

Resumen

-Introducción: La canalización de vías venosas es uno de los procedimientos que son realizados con mayor frecuencia por los profesionales de Enfermería. De ello puede derivar una serie de complicaciones que el profesional debe conocer para prevenir y actuar en el caso de que aparezcan.
-Objetivos: Conocer la incidencia de la flebitis causada por la inserción de catéteres venosos periféricos y evaluar los conocimientos de los profesionales de Enfermería sobre el correcto manejo de la técnica, los factores de riesgo y las medidas de prevención.
-Metodología: Se realiza una Revisión Bibliográfica utilizando las bases de datos Pubmed, Google Académico y Cochrane Plus de artículos realizados en los últimos 8 años en español salvo casos especialmente relevantes para la temática del estudio.
-Resultados: Los pacientes en edad inferior a 12 años y entre 36-65 de sexo masculino y raza mestiza presentan mayor riesgo de sufrir una flebitis. La punción en el antebrazo o dorso de la mano, el catéter de material distinto a la silicona, la prolongación mayor a 96 horas o la fijación con esparadrapo también aumentan las probabilidades de sufrir una flebitis. Sólo un 14% de los profesionales presentan un conocimiento elevado de las técnicas de inserción, mantenimiento y prevención de infecciones.
-Conclusiones: Se hace necesario conocer todos los factores de riesgo de la flebitis y desarrollar técnicas de Enfermería adecuadas para prevenir la aparición de cualquier tipo de infección originada por un CVP. Se deben desarrollar sesiones de actualización con frecuencia e implantar sistemas informáticos para detectar pacientes de riesgos y ofrecer una atención individualizada a cada caso.


PALABRAS CLAVE/ KEYWORDS

Flebitis (Phlebitis), Conocimientos (Knowledges), Enfermería (Nursing), Incidencia (influence)



Abstract

-Introduction: The channeling of venous lines is one of the procedures that are performed more frequently by nurses. It can derive a series of complications that professional need to know to prevent and act where they appear.
-Objectives: To know the incidence of phlebitis caused by insertion of peripheral venous catheters and evaluate the knowledge of nursing professionals on the proper handling of the technique, the risk factors and measures of prevention.
-Methodology: is performed a literature review using the databases Pubmed, Google Scholar, and Cochrane Plus articles in the last 8 years in Spanish except in cases specifically relevant to the theme of the study.
-Results: Patients aged less than 12 years and between 36-65 male and mixed race have increased risk for phlebitis. The puncture on the dorsum of the hand or forearm, material other than the silicone catheter, greater than 96 hours prolongation or fixing with adhesive tape also increase the odds of suffering a phlebitis. Only 14% of professionals have a high knowledge of the techniques of inclusion, maintenance and prevention of infections.
-Conclusions: It is necessary to know all the risk factors of phlebitis and develop proper nursing techniques to prevent the appearance of any type of infection caused by a CVP. They should be developed update sessions frequently and implement information systems to detect risks patients and provide care individualized to each case.


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Introducción

1.1 Marco Teórico
La canalización de vías venosas periféricas (CVP) es una de las actuaciones que se realizan con mayor frecuencia durante la asistencia sanitaria. Consiste en la introducción de una cánula endovenosa con el objetivo de administrar tratamientos intravenosos o extracción de muestras sanguíneas sin necesidad de realizar punciones repetidas al paciente.1,2, 3
Es el personal de Enfermería el encargado de realizar esta operación y son los servicios de urgencias las unidades asistenciales donde se realizan mayor número de canalizaciones.2
Se recomienda la utilización de CVP en tratamientos cortos y poco agresivos. Para ello, antes de la inserción se recomienda realizar una valoración integral del paciente, teniendo en cuenta los patrones de hidratación/alimentación, seguridad, actividad, estado emocional, etc.3
Antes de proceder a la canalización del catéter es necesario prepara todo el material que se vaya a utilizar tales como povidona yodada, algodón, gasas, esparadrapo, apósito estéril, guantes, cánula de canalización, llave de tres vías, sistema de infusión, obturador o heparina.
Para la realización de esta tarea primero se hace la elección de la vía venosa dependiendo de diferentes factores tales como el estado de las venas, la característica del líquido a infundir o el calibre de la aguja que se vaya a utilizar. Las venas más gruesas, situadas en el antebrazo, se suelen utilizar con mayor frecuencia en el uso de catéteres cortos. Para situaciones graves o personas con vasos inaccesibles se suele optar por las venas más distales.3, 4
Durante el proceso asistencial pueden aparecer complicaciones durante la inserción de los distintos catéteres; la flebitis es una de las más frecuentes. Consiste en la inflamación de una vía venosa y se origina una tromboflebitis cuando se produce la obstrucción de la circulación sanguínea a causa de un trombo. Como síntomas principales de la flebitis se encuentra el dolor, sensibilidad, edema, enrojecimiento, hinchazón o induración de la vena. 4,7,8,10

1.2 Antecedentes
Si revisamos la bibliografía existente sobre la utilización de accesos venosos en la historia observamos que se han estado realizando durante décadas con los mismos fines para los que se utilizan en la actualidad; sólo encontramos diferencias entre la disponibilidad y los materiales utilizados. 3
Es en el año 1628 cuando William Harvey descubre los primeros indicios de la circulación sanguínea y posteriormente en 1662 el médico J.D.Mayor llevó a cabo con éxito la primera inyección en un hombre. Casi trescientos años después, en 1923 se administra por primera vez una sustancia por vía parenteral periférica y en 1945 se desarrolla la canalización de las primeras vías centrales.
Durante el transcurso del año 1995 Peterson y Jonson empezaron a valorar los posibles factores de riesgo y complicaciones que podían aparecer tras la inserción de accesos venosos o arteriales y propusieron los primeros mecanismos de prevención. 5
En 1998 se empieza a tener constancia de las primeras notificaciones de casos de flebitis. Deidan y Col en trataron de desarrollar los factores predisponentes que originaban flebitis en aquellos catéteres de más de 24 horas de evolución.
Durante ese mismo año un estudio realizado por Moya y Cabrera y un año mas tarde Varela y Col pusieron de manifiesto la elevada incidencia de este problema en pacientes cateterizados considerándolo un problema que había que tener en cuenta y que sirvió posteriormente para el desarrollo de otros estudios. 7,8
Durante el año 1999 se desarrollaron las primeras intervenciones educativas en el profesional de Enfermería para tratar de prevenir estas complicaciones.5
Un estudio generalizado llevado a cabo en Chile en 2002 sobre Infecciones Intrahospitalarias durante cirugía concluyeron que más de la mitad de los casos totales de infecciones nosocomiales producidas, resultaron ser casos de flebitis, lo que ya daba una dimensión más global a este problema.

1.3 Justificación
Las infecciones producidas en el área intrahospitalaria suponen un problema de salud pública por su elevada frecuencia, aumento de la mortalidad y los elevados costos de hospitalización debidos a la prolongación del tiempo de estancia por la necesidad de tratamiento especializado.
La canalización venosa constituye uno de los procedimientos más frecuentes realizados por los enfermeros y supone la aparición de un elevado número de complicaciones.
Es por ello importante conocer las áreas críticas en la canalización de vías periféricas y su correcta manipulación para elaborar guías de procedimientos unificados que proporcionen unos cuidados estandarizados para conseguir una atención de calidad. 8
El personal de Enfermería es el encargado de la inserción, mantenimiento y retirada del catéter venoso periférico; por eso debe tener los conocimientos necesarios para realizarlo y dominar las técnicas para prevenir las complicaciones y conseguir los objetivos.3,8
Dado que se trata de una complicación secundaria a la terapia intravenosa que tiene lugar en el ámbito hospitalario, resulta importante conocer si los profesionales de Enfermería están bien formados y poseen los conocimientos suficientes para evitar la aparición de flebitis y como deben actuar en el momento de su aparición.4, 6

1.4 Objetivos
OBJETIVO PRINCIPAL
Conocer la incidencia de la flebitis en los pacientes hospitalizados, así como las principales causas y factores de riesgo que la producen.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Analizar el nivel de conocimientos de los profesionales de Enfermería sobre el manejo correcto de la técnica de cateterización, mecanismos de prevención y tratamiento tras la aparición de la flebitis.


METODOLOGÍA

En este artículo se ha tratado de realizar una Revisión Bibliográfica que nos permita abordar diferentes aspectos sobre la aparición de flebitis en el paciente tras la inserción del catéter venoso periférico así como las causas y factores que la producen y la preparación del profesional de Enfermería ante este tipo de complicaciones.
Para ello se ha realizado una inspección bibliográfica durante los meses de Diciembre de 2015 y Marzo de 2016 en las bases de datos Pubmed, Cochrane Plus y Google Académico. A partir de ahí se obtuvieron los distintos estudios que han sido de utilidad a la hora de hacer esta revisión.

1 Palabras Clave
Flebitis, Conocimientos, Enfermería, Incidencia.

2 Criterios Inclusión
+Principalmente artículos publicados en los últimos 8 años salvo casos especialmente relevantes y que aporten datos para la temática de estudio.
+ Artículos de investigación que aporten cuestionarios y gráficas que permitan la validación de los conocimientos y preparación de los profesionales enfermeros sobre aspectos relacionados con la flebitis y otros matices.

3 Criterios de Exclusión
+ Idioma de publicación distinto del inglés o en castellano, ya que son las dos lenguas con mayor producción científica.
+ Estudios cuyo contenido no se ajuste a metodología científica ni tengan relación alguna con los aspectos a abordar relacionados con la orientación de esta revisión bibliográfica.

4 Tipo de artículos seleccionados
Después de realizar la búsqueda bibliográfica se seleccionaron un total de 12 artículos que cumplieron los criterios de inclusión anteriormente descritos y que desarrollaban datos de utilidad para el desarrollo de esta publicación.
Se han encontrado artículos que usan diferentes metodologías de estudio para ofrecernos una mayor variedad a la hora de sintetizar los aspectos más relevantes para la elaboración de este escrito.
La mayoría de publicaciones utilizan como método el observacional descriptivo.2, 3, 4, 5, 6, 7,10 Los estudios observacionales se encargan de observar y registrar los acontecimientos sin intervención alguna durante el desarrollo de estos. Si la medición se realiza a lo largo del tiempo el estudio se denomina longitudinal siendo esta de forma prospectiva, retrospectiva o de forma única denominándose estudio transversal. 8
También se ha encontrado un estudio analítico de cohortes realizado en el Hospital Virgen de Valme de Sevilla en el que se compara la Incidencia de la Flebitis en dos áreas diferentes como Medicina Interna e Infecciosos. 1
En el Hospital de Fuenlabrada se ha realizado un estudio cuasi-experimental para comprobar si el desarrollo de aplicaciones informáticas resultan eficaces para detectar pacientes en riesgo de presentar problemas por la utilización de los catéteres.11
Finalmente se considera de utilidad un artículo teórico y una revisión bibliográfica para dar un enfoque global y que nos permita conocer los problemas que pueden desarrollar la flebitis en pacientes cateterizados.9,12


RESULTADOS

1 Incidencia, Causas y Factores de Riesgo en los pacientes Cateterizados.

La tasa de desarrollo de complicaciones causadas por los catéteres de acceso venoso periférico ha ido disminuyendo progresivamente con el paso de los años. Desde el año 2002 a 2007 se produjo el descenso más considerativo de estos efectos adversos, debido a los nuevos avances, y el estudio de la relación entre la aparición de flebitis y el manejo de técnicas asépticas.1
La flebitis consiste en la inflamación de los accesos venosos y puede producirse por multitud de causas. Con la bibliografía consultada se pretende visualizar y conocer mediante datos cuales son las causas o los factores que pueden elevar la probabilidad de desarrollo.
La edad del paciente cateterizado constituye una de los principales factores que pueden desarrollar una flebitis. Los niños de hasta 12 años presentan mayor probabilidad que los adultos. En el Hospital Teófilo Dávila de Ecuador se realizó un estudio en el que se concluyó que la probabilidad de originarse una flebitis aumenta en un 32% en niños cateterizados y menores de un año.
La flebitis en adulto suele afectar más al sexo masculino con edades comprendidas entre 36-65 años. La raza también influye, siendo los niños de etnia mestiza los más propensos a sufrirla. 6,8,10,12
La elevada administración de antibioterapia también presenta una estrecha relación con este problema. La administración de Cefotaxima y Amiodarona presentan las tasas más elevadas para el desarrollo de la flebitis.
Elizabeth Gomez-Neva realizó un estudio en distintos hospitales para comprobar cuáles eran los antimicrobianos que tenían elevado perfil flebitogénico. De los antibióticos analizados se concluye que la Vancomicina, Cefuroxima, Claritromicina, Imipenem, Penicilina, Clindamicina, Cefazolina y Oxacilina poseen una alta probabilidad de desarrollar flebitis.1,12
Las infusiones hiperosmolares y medicamentos con Ph elevado también presentan un mayor riesgo en el desarrollo de la flebitis.
La utilización de técnicas asépticas tanto en la preparación del material como del procedimiento a realizar constituye la principal medida de prevención.
Los profesionales de Enfermería que utilizan técnicas asépticas en la apertura de frascos y ampollas reducen un 90% las probabilidades de ocasionar una flebitis. La preparación de medicamentos fuera del área habitual de preparación de medicamentos produce un aumento del 50% en el desarrollo de este problema. 6,12
Se hace necesario el uso de recipientes adecuados para el material cortopunzante. Se ha estimado que en las áreas donde se utilizan con asiduidad dichos contenedores se reduce un 20% la aparición de infecciones causadas por los catéteres periféricos. 8,12
La zona de punción de los catéteres eleva o disminuye el desarrollo de la flebitis siendo el antebrazo y dorso de la mano las zonas donde más casos se producen. La fijación del catéter con esparadrapo y gasa y el tiempo de permanencia menor de 72 horas suponen una mayor manipulación y por tanto mayor producción de casos de la flebitis. 5,8,10,12
Elizabeth Gomez Neva en su estudio recomienda hacer el cambio de catéter entre las 72 y 96 horas ya que una duración prolongada del catéter también eleva la incidencia en la aparición de posibles complicaciones en el paciente. 12

En el Hospital Belén Trujillo de Perú se realizó un estudio para comprobar la incidencia de la flebitis en distintos servicios sanitarios. Se obtuvieron como datos que un 77% de los casos de flebitis se producía en las primeras 48 horas, elevándose hasta un 83% en las primeras 72h hasta llegar al 98% durante más de 72 horas. Lo que supone que habría que extremar la vigilancia y valorar el cambio de CVP en esos márgenes de tiempo. 10
El mantenimiento del catéter mediante lavado con heparina muestra peores resultados en cuanto a la aparición de infecciones causadas por el CVP.
El desarrollo reciente de catéteres con nuevos materiales de poliuretano o silicona y la elaboración de medidas de prevención producen menos complicaciones asépticas y elevan la comodidad en el paciente.
El dolor producido por los catéteres constituye uno de los principales temores de los pacientes. Son los niños de edad temprana los que presentan un umbral de dolor más bajo, por lo que es recomendable el cambio de catéter a las 96 horas.
Las vías que son colocadas por los profesionales en el turno de noche presenta mayor incidencia de flebitis que las colocadas en el turno de tarde, siendo estas a su vez más frecuentes que las realizadas en el turno de mañana.1
Es la enfermera la encargada de vigilar la aparición de enrojecimiento y calor local para detectar posibles complicaciones de la flebitis durante las primeras 72 horas. Para valorar el cambio adecuado de un catéter siempre debe tenerse en cuenta la edad del paciente, el medicamento a infundir, ofrecer unas medidas de prevención de calidad, evaluar los riesgos que puedan existir y controlar el sufrimiento que el procedimiento pueda originar en el paciente. 8,10,12

2 Conocimientos de los enfermeros sobre los métodos adecuados de inserción del CVP, mecanismos de prevención de la flebitis y actuación ante su aparición.

La mayoría de profesionales de Enfermería considera necesario la elaboración por parte de los equipos directivos de intervenciones educativas para la actualización de conocimientos sobre mecanismos de prevención de flebitis y actuación ante su aparición.
En el estudio de Silvia Espinoza realizado en 2012 se dedujo que un entre un 30-40% de los profesionales de Enfermería encuestados presentaron un nivel bajo de conocimientos sobre el manejo adecuado de CVP y más de la mitad presentaron sólo un nivel medio.
En cuanto al conocimiento de los aspectos más importantes a conocer antes de la realización de la punción un 40% presentó bastantes deficiencias según recogieron los cuestionarios realizados.
En el mismo estudio realizado en el área de Pediatría del Hospital Teófilo Dávila se encontró personal de enfermería no valora todos los parámetros de la vena antes de canalizar una vía venosa. Sólo el 20% realiza una técnica completamente aséptica durante el procedimiento de inserción y lo que más preocupa es que existe un 18% que no realiza correctamente el lavado de manos pre-punción.6,8
Durante la canalización existe un 27% que no introduce totalmente el catéter antes de fijar la vía, otro 20% no realiza una correcta fijación del catéter.
La colocación de esparadrapo en lugar de apósitos estériles es realizado por un 27% de los profesionales que no conocen que el uso de dicho material aumenta las probabilidades de desarrollar una flebitis. Un 72% del personal de Enfermería ratifica que la visualización del catéter mediante apósito transparente estéril es el método de fijación más eficaz para evitar la flebitis. 6,8
En la Universidad Nacional de México se realizó un estudio para valorar los conocimientos de los enfermeros sobre la flebitis y sus síntomas. Un elevado número de profesionales conoce que la flebitis es incompatible con el mantenimiento del CVP. Sin embargo un 88% no fue capaz de reconocer un caso real y un 70% había leído algo sobre distintos aspectos de la flebitis y sus tipos pero no supieron identificarla cuando esta apareció.
Durante las preguntas relacionadas con la duración de los catéteres, los encuestados refieren que no debe durar más de 48 horas y un elevado porcentaje considera que el tiempo de duración del catéter periférico sólo es de un día.
Para la inserción sin complicaciones del CVP, en torno al 40% de profesionales de Enfermería considera que las venas del arco dorsal son las más adecuadas, sin embargo otro porcentaje similar propone como elección las venas del antebrazo.4
La aplicación de compresas tibias a lo largo del brazo durante diez minutos en dirección al flujo sanguíneo no lo realiza casi ningún profesional de Enfermería y está considerada como mecanismo de prevención de la flebitis.4
La autora Shirley Milene realizó una serie de encuestas para valorar conocimientos de los profesionales de Enfermería tanto a nivel general como específico. Ninguna de las profesionales encuestadas evidenció un conocimiento alto. El 60% se encontraba en el rango medio de conocimientos generales.
Un 30-40% de las respuestas erróneas correspondieron a aquellas relacionadas con los factores que condicionan la flebitis y la relación entre la aparición de esta y los antibióticos. Tampoco se obtuvieron buenos resultados sobre los productos más eficaces de desinfección de la piel, el material más adecuado de fijación del catéter y los principales signos y síntomas de la flebitis.
Las preguntas donde más respuestas incorrectas se obtuvieron fueron las reacciones locales más frecuentes de los antibióticos, el tiempo de dilución de los mismos y el material más adecuado para la fijación
Resulta significativo es que el 100% de encuestados no contesto correctamente a la definición de flebitis.
Un 67,6% conocen la importancia del lavado de manos para disminuir las posibilidades de contaminación durante los procedimientos pero no lo realizan normalmente durante su práctica.

Un 40% de los pacientes con vía periférica desarrollaron flebitis por una mala técnica aséptica durante su inserción, una elevada manipulación del catéter y mayor tiempo de permanencia. El resto de pacientes desarrollo flebitis química al recibir tratamiento endovenoso.8
Es por todo esto por lo que los profesionales de Enfermería deben tener conocimientos y estar formados sobre venopunción periférica, lugares de inserción con menos riesgos, calibre adecuado del catéter y calidad del mismo.

 


DISCUSIÓN

En España el número de publicaciones sobre la flebitis y el manejo de vías de acceso periférico resultan reducidos con respecto a otras zonas geográficas. Los lugares donde mayor número de artículos se han realizado han sido en países de América Central y América del Sur. 1,3
Resulta evidente que la flebitis constituye uno de los principales problemas de la utilización de catéteres venosos periféricos y afectos a personas de cualquier edad, principalmente a pacientes en edad temprana. Es por ello necesario la implantación de medidas de control y vigilancia.
La elaboración de protocolos y procedimientos sobre la técnica y/o cuidados de los catéteres venosos periféricos son importantes y tiene como objetivo proporcionar cuidados estandarizados para disminuir las complicaciones.
El desarrollo de indicadores de calidad resultan necesarios para comprobar si se lleva a cabo el correcto manejo de la técnica de inserción y el establecimiento de medidas correctoras para evitar la aparición de complicaciones como la flebitis.4,7
Como resultados principales obtenidos de la realización de este artículo, encontramos que el riesgo de flebitis aumenta con la instalación no aséptica del catéter, los elevados tiempos de permanencia y el tipo de terapia intravenosa.
Tras conocer que la flebitis puede originarse por diversas causas, se ha encontrado como limitación principal que no existe ningún estudio que haga una evaluación microbiológica del catéter una vez retirado por lo que resulta difícil conocer el origen mecánico, químico o bacteriano de la misma.4
El paciente que llega al hospital se encuentra expuesto a diversas enfermedades, por ello los profesionales deben plantear soluciones y establecer como prioridad principal la seguridad del paciente ya que constituye la base de la atención sanitaria actual. Se deben tener conocimientos con base científica a la hora de realizar los procedimientos y usar una correcta técnica aséptica durante la inserción del catéter y su mantenimiento posterior.
Antes de proceder a la inserción se debe realizar una valoración integral del paciente, sobre todo en pacientes de edad avanzada ya que presentan deterioro del normal funcionamiento del organismo, alteración del sistema inmunitario, nutrición adecuada y el catéter puede requerir ciertos cuidados especiales.7
Teniendo en cuenta las guías actuales no se recomienda utilizar las máximas medidas de asepsia durante la inserción del CVP tales como gorro, mascarilla, bata o guantes estériles. Se debe antes realizar una completa desinfección de la zona con antisépticos como alcohol o clorhexidina. En cuanto a la duración del catéter no aparece nada sobre la conveniencia del cambio periódico no debiendo prolongarse este más allá de las 96 horas. 9

Un manejo inadecuado del catéter intravenoso conlleva un elevado riesgo de infecciones intrahospitalarias como la flebitis por lo que se convierte en un motivo de preocupación durante la práctica asistencial.
La Enfermería debe encargarse de proteger al individuo contra agentes externos; es por tanto importante tomar conciencia de los riesgos que conlleva la instalación y la permanencia de las vías periféricas y valorar los signos clínicos de la flebitis.
Resulta realmente importante valorar las ventajas e inconvenientes de la implantación de un catéter intravenoso según cada caso particular, ya que existe riesgo potencial de producir una reacción inflamatoria.
El cambio de catéter tiene como objetivo prevenir la infección y evitar casos de sepsis local. Muchos son los casos en la que existe la necesidad de administrar una terapia intravenosa por lo que el profesional enfermero debe poner en práctica los protocolos de inserción, mantenimiento y cuidados del catéter.
Con el paso de los años se han ido desarrollando nuevos métodos y técnicas de accesos venosos periféricos que han permitido ir disminuyendo la incidencia de las complicaciones.
Se debe también utilizar materiales que se asocien a menor incidencia de flebitis como el poliuretano y la silicona para así mejorar la calidad de vida y el riesgo de complicaciones durante su estancia hospitalaria. 9 Conocer cuando retirar el dispositivo intravascular permite disminuir la incidencia de estas complicaciones.
Actualmente se están elaborando protocolos informatizados que previenen la aparición de estas complicaciones mediante el recuerdo de retirada del catéter y conocer que pacientes tienen mayores riesgos de sufrirlo. Es ahora turno de los servicios sanitarios de implantar estos avances y beneficiarse de sus ventajas.11

 


CONCLUSIONES

-La elevada implantación de catéteres venosos periféricos necesita, por parte de los profesionales de Enfermería unos conocimientos elevados en cuanto al manejo de la técnica y conocer los principales factores de riesgo y mecanismos de prevención para disminuir la incidencia de complicaciones como la flebitis.

- La edad, el sexo, la raza, la técnica de instalación del catéter, la zona de inserción, el material utilizado, el tipo de fijación, la duración del mismo y el tipo de solución a administrar presentan elevada influencia en la aparición o no de casos de flebitis en el paciente durante su proceso de atención.

- Existen muy pocos profesionales de Enfermería que presenten conocimientos elevados sobre todos los aspectos que engloban al catéter venoso periférico. Por otra parte consideran necesario la realización de cursos de actualización con periodicidad para prevenir este tipo de situaciones.

- Debido al déficit de protocolos y guías de actuación sobre la inserción del CVP existe un desconocimiento general de las principales medidas asépticas durante la preparación e inserción del catéter así como su mantenimiento y aplicación de las técnicas de prevención.

- Los equipos directivos de los diferentes sistemas sanitarios deben promover la formación de los profesionales en estos aspectos y elaborar instrumentos que permitan reducir la incidencia de estos problemas. Se deben desarrollar sistemas o programas informáticos que nos permitan identificar pacientes de riesgo y nos proporcionen información para ofrecer unos cuidados y técnicas individualizadas dependiendo del tipo de paciente al que estemos atendiendo.

 

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