INTENTO DE SUICIDO EN EL SERVICIO DE URGENCIAS:
INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA |
Juan-Carlos Francisco Gallego, Emilio Morete Arcay,
M.C. García Mahía, José Agustín Prieto Flores, J.M.
Cornes Iglesias |
Hospital
Clínico Universitario de Santiago |
El intento de suicidio y el suicidio consumado constituyen uno
de los mayores problemas de salud pública, tanto por su elevada
prevalencia como por la magnitud de las consecuencias para el
círculo familiar y social de las personas que lo llevan a cabo
como para la sociedad en su conjunto. Según algunos autores, el
número total de personas que se suicidan en el mundo, es
comparable al número de fallecidos en accidentes de tráfico.
La intervención de los profesionales sanitarios, en la
conducta autolesiva, debe ir dirigida, en primer lugar a
garantizar la seguridad del paciente, para pasar a
continuación a evaluar la conducta suicida, los factores
que la determinan y la estrategia terapéutica a seguir.
En la inmensa mayoría de los casos, una intervención
sanitaria “a tiempo” evita que el paciente “dé un paso
hacia la eternidad en un intento de evadirse de un
problema temporal”
Entre las urgencias psiquiátricas atendidas en los
centros sanitarios, el intento de suicidio, es uno de
los motivos de consulta más frecuente. Para establecer
su prevalencia en nuestro medio, hemos realizado el
presente estudio.
-
Analizar las características clínicas asociadas al
intento autolítico y su frecuencia entre los
pacientes atendidos en un servicio de urgencias.
-
Estudiar las características sociodemográficas de
los pacientes que intentan suicidarse.
Se realiza un estudio retrospectivo, basado en revisión de
historias clínicas de los pacientes atendidos en el Servicio de
Urgencias del Hospital Clínico de Santiago de Compostela
en los que se requirió la intervención del psiquiatra de guardia
durante un período de 12 meses (de Enero a Diciembre de 2003).
Para recoger las variables sociodemográficas y clínicas
se elaboró un cuestionario de urgencias psiquiátricas,
basado en protocolos de estudios previos, en el que se
incluían:
-
procedencia
- motivo principal de consulta
- persona que toma la iniciativa de consultar
- antecedentes psiquiátricos personales
(diagnósticos, tratamiento, hospitalizaciones
previas por causa psiquiátrica, historia de intentos
de suicidio y tratamiento psiquiátrico en el momento
de la demanda
- diagnóstico sindrómico
- medidas terapéuticas en el Servicio de Urgencias y
de derivación.
La muestra está constituída por 1584 pacientes (56,7%
mujeres y 43,2% varones), con edad media de 40,54 años
(Desviación Típica 17,19)
El análisis estadístico se realizó mediante el programa
SPSS v.12.0 para Windows.
Los motivos de consulta más frecuente en la muestra
analizada fueron, por este orden, ansiedad, intento de
suicidio y depresión.
El intento autolítico, presente en el 14,2% de los
pacientes atendidos, en la mayor parte de los casos se
presentaba en pacientes con antecedentes de esta misma
conducta; en su mayoría adultos jóvenes, sin diferencias
estadísticamente significativas en cuanto al sexo, ni a
otras variables sociodemográficas.
El método más frecuentemente utilizado fue la
autointoxicación medicamentosa, que se presentaba en el
75% de los pacientes que habían realizado un intento de
suicidio.
Entre aquellos pacientes que habían intentado
suicidarse, el diagnóstico más frecuentemente realizado
fue depresión, requiriendo internamiento psiquiátrico en
la mayoría de los casos.
Los resultados del estudio presentado, que apuntan a una
elevada prevalencia del intento de suicidio en los
servicios de urgencias, demuestran la necesidad de que
el personal sanitario disponga de formación específica
para su atención.
CUIDADOS
ESPECÍFICOS DEL PERSONAL DE ENFERMERÍA |
Los
cuidados específicos del personal de enfermería para el paciente
atendido por intento de suicidio o con riesgo de autolisis
incluyen:
-
adoptar medidas de seguridad; es decir, retirar del
entorno del paciente todos aquellos objetos que le
puedan servir para autolesionarse. No debemos
olvidar que, en los Servicios de Urgencias, donde
hay gran demanda y escasa capacidad de control sobre
el medio, el paciente puede tener a su alcance
múltiples objetos potencialmente peligrosos.
-
explicar al paciente las medidas de precaución
tomadas y hacerle comprender que nos preocupamos por
él. Debemos reforzar su autoestima como ser humano y
no adoptar actitud crítica o moralizadora.
-
considerar en serio todas las amenazas de suicidio
del paciente e informar de ellas inmediatamente.
-
si el
paciente es de alto riesgo, debemos observarle de
forma constante, incluso cuando se encuentre
acostado o en el cuarto de baño.
-
Observar con atención la toma de medicación
(asegurarse de que ingiere la medicación prescrita)
-
Estar
atentos por cualquier posible cambio de actitud por
parte del paciente (cambios súbitos de humor,
conversaciones sobre la muerte, estar menos
comunicativo). El paciente que, estando previamente
angustiado si de forma repentina pasa a estar
calmado, no implica que se haya curado; puede haber
planificado su suicidio y esto habría disminuído su
ansiedad.
-
Contener al paciente si éste intenta suicidarse.
-
La
prioridad máxima debe ser proteger la vida del
paciente y evitar la ejecución del plan suicida
-
Es
preciso supervisar la conducta del paciente hasta
que su nivel de autocontrol sea adecuado.
Además de los cuidados específicos y generales para el
paciente con intento de suicidio pueden requerirse
intervenciones médicas específicas según el método
utilizado (sobreingesta de fármacos o tóxicos,
flebotomía, precipitación…).
El personal de enfermería precisa tener conocimientos
también sobre la valoración del riesgo suicida como son:
-
Circunstancias precipitantes del intento de
suicidio. Debemos preguntarnos si las circunstancias
que llevaron al paciente a realizar el intento de
suicidio son susceptibles de cambio.
-
Método utilizado por el paciente: a mayor letalidad
del método utilizado, mayor gravedad.
-
Actitud del paciente después del intento; es mayor
la gravedad del paciente que está apesadumbrado
porque lo hayan rescatado que la del indeciso o la
del que muestra arrepentimiento por la tentativa con
crítica clara de la misma.
-
Enfermedades psiquiátricas, consumo de alcohol o
drogas, intentos anteriores de suicidio aumentan el
riesgo.
-
Enfermedades físicas: enfermedades terminales y
dolor crónico aumentan el riesgo autolítico.
-
Rasgos patológicos de personalidad y antecedentes
familiares de suicidio aumentan el riesgo de
suicidio.
-
Factores sociales desfavorecedores que incrementan
el riesgo como soledad, desempleo, pérdidas
afectivas.
A modo de conclusiones debemos recordar que:
1.- El
intento de suicidio es uno de los motivos de consulta
psiquiátrica más frecuente en los dispositivos de
urgencias.
2.- El
personal sanitario que atiende a pacientes con intento
de suicidio debe tener formación específica para valorar
riesgo autolítico y estar atento a signos de alarma
suicida.
3.- Es
preciso abordar abiertamente al paciente con riesgo
autolítico, garantizando su seguridad, en espera de que
reciba tratamiento especializado.
1.- Ros Montalbán,
S. La conducta suicida. Madrid. Ed. Libro del
Año SL, 1997.
2. -O´Brien,
PG, Kennedy W.Z. y Ballard, K.A. Enfermería
psiquiátrica. Méxido DR. McGraw-Hill Interamericana,
2001.
3.-
Vallejo, J. Introducción a la Psicopatología y la
Psiquiatría. Barcelona, Masson, 1998.
4.- Bobes
J. Bousoño M, González P, López J.L, Sáiz P. Enfermería
Psiquiátrica. Editorial Síntesis, 2001.
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