TÉCNICAS
DE ENFERMERÍA: INMOVILIZACIONES CON FÉRULA DEE YESO |
Andrés
de Prada Marty, M. Carmen Blázquez Rodríguez,
Lorena Domínguez Pérez, Beatriz Chozas García, Eva
Leal de Pedro, Alberto Sánchez Juan |
Servicio
de Urgencias. Hospital Universitario 12 de Octubre.
Madrid |
Se pretende hacer una guía visual y de fácil manejo para
proporcionar a los profesionales de enfermería un documento que
facilite el trabajo diario en el área de traumatología. En ella
pueden encontrarse las pautas a seguir para la adecuada
realización de las técnicas de inmovilización con férulas de
yesos.
Con esto, queremos mejorar la calidad de los cuidados de
enfermería prestados en el Servicio de Urgencias de la
Residencia General, mas concretamente en el área de
traumatología.
PALABRAS
CLAVE: Férula, Yeso, Inmovilizaciones, Guía práctica,
Técnicas, Cuidados de enfermería.
El servicio de urgencias general del hospital 12 de Octubre
cuenta actualmente con una amplia plantilla de enfermeras, lo
que supone una continua incorporación de profesionales, muchos
de los cuales se enfrentan por primera vez a las técnicas
específicas del área de traumatología.
Es por esto que surge la necesidad de realizar una guía
práctica para facilitar el trabajo diario y asegurar la
calidad de los cuidados. Mediante la observación directa
hemos llegado a la conclusión de que una de las técnicas
en las que el profesional encuentra más dificultades es
en las inmovilizaciones con férulas de yesos.
General:
Proporcionar a los profesionales de enfermería un
documento que facilite el trabajo diario en el área de
traumatología.
Específicos:
-
Facilitar la integración del personal de nueva
incorporación al equipo de trabajo del área de
traumatología.
-
Constatar un aumento de la calidad de los cuidados
en los pacientes que precisan una inmovilización con
férulas de yeso.
-
Objetivar una evolución favorable de los pacientes
que precisen este tipo de inmovilización.
Las férulas de yeso consisten en varias capas de venda
de yeso y se utilizan para tratar lesiones menores o
cuando se prevé un edema potencialmente intenso en una
fractura. Las férulas se usan también como base o
refuerzo para los yesos cerrados.
TÉCNICA
BÁSICA DE LA INMOVILIZACIÓN CON FÉRULA DE YESO |
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1.
Material:
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(1)
Venda tubular |
(2)
Venda de algodón |
(3)
Venda de yeso |
(4)
Venda de Crepé o de Ace |
(5)
Esparadrapo |
(6)
Guantes |
(7)
Tijeras |
(8)
Cubeta de agua tibia |
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2.
Preparación del miembro a inmovilizar:
Se retirarán las pulseras, anillos y otros enseres que
pudiesen entorpecer el desarrollo de la técnica, y en
previsión de la posible aparición de edema del miembro a
inmovilizar.
Se realizara la cura de las lesiones, si existiesen, en
la zona afectada con agua y jabón o Suero fisiológico,
aplicar desinfectante y cubrir la lesión con un apósito
poroso.
3.
Protección de la piel:
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Vendaje tubular: Se realiza para evitar que el
vello del miembro quede atrapado en el yeso,
facilita la transpiración, elimina las asperezas
de los extremos del yeso y puede facilitar la
posterior retirada del mismo. El vendaje tubular
se dobla sobre el yeso una vez aplicado éste. |
Venda de algodón: Tras una lesión aguda, y si se
prevé la aparición de una tumefacción intensa,
se debe dejar espacio para el edema con una capa
generosa de algodón, con lo que también se
asegura la protección de las prominencias óseas. |
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4.
Confección de la férula:
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Para su confección se corta la férula a la
longitud necesaria. A continuación se
realizan dobleces repetidas de una venda de yeso
utilizando 12-15 capas en un adulto y 6-8 en un
niño. |
Es aconsejable doblar hacia dentro el extremo
final de la venda para que al mojarla no pierda
alineación la capa superior. Por último se
recorta para adaptarla a la extremidad sin
doblarla. |
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5.
Mojado de la venda de yeso:
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Debemos sujetar la venda cuidadosamente por
ambos extremos, sumergirla completamente en agua
tibia, estirarla y dejarla colgando un momento
desde una esquina para eliminar el exceso de
agua. |
6.
Consolidación de la capas de la férula:
Si la técnica es realizada por dos personas, una de
ellas sujeta la venda de yeso por el extremo superior y
la otra retira el exceso de agua utilizando ambas manos.
(Figura 7a). Cuando es realizado por una persona, e
sujeta la férula por un extremo y se estira hacia abajo
entre dos dedos en aducción; repetir la maniobra desde
el otro extremo. Con esto retiramos el exceso de agua y
evitamos la separación de las capas. (Figura 7b).
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Figura 7a |
Figura 7b |
7.
Adaptación de la férula al miembro:
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Se moldea el yeso cuidadosamente utilizando las
palmas de las manos para que se ajuste
exactamente al contorno del miembro, sin que se
formen arrugas o pliegues en su superficie
interior que puedan provocar lesiones por
decúbito. |
8.
Fijación de la férula (vendaje):
Las vendas utilizadas para asegurar las férulas
deben ser de trama abierta (algodón o muselina).
Tenemos que aplicar el vendaje sobre el miembro
firmemente pero sin demasiada presión, sin dar
vueltas a la venda sobre sí misma, pues puede
producir constricción local. |
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Férula
posterior de tobillo: Puede usarse una férula corriente
sin recortar, medida desde las cabezas de los
metatarsianos hasta el extremo superior de la
pantorrilla, en un punto situado 3-4 cm por debajo del
tubérculo de la tibia. Para el pie, donde los dedos
requieren inmovilización, tomar como punto distal la
punta de los mismos. Debido al cambio brusco de
dirección de la férula de tobillo (90º), ésta debe
recortarse a ambos lados para poder alisarla, doblando
un extremo sobre otro. Véase técnica básica. (Figuras 8
y 9).
Férula
isquiomaleolar: También llamada inguino-maleolar. Es una
férula larga de pierna que va desde los maleolos hasta
la ingle. Es necesario reforzar de forma especial el
tobillo para evitar la aparición de úlceras por presión.
La rodilla debe quedar en ligera flexión. (15º) excepto
si existe lesión de rotula que ha de mantenerse en
extensión completa. (Figuras 10 y 11).
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Figura 10 |
Figura 11 |
Férula
isquiopédica: También conocida como inguinopédica. Es
una férula larga de pierna, desde las cabezas de los
metatarsianos hasta la ingle. Es necesario un refuerzo
adicional en el muslo que se puede lograr utilizando dos
férulas adicionales o recortando la férula en la
proporción adecuada. La rodilla se flexiona ligeramente
(15º) a excepción de las lesiones de rótula, en las que
se mantiene habitualmente en extensión completa. El
tobillo al igual que en la férula posterior debe
permanecer en flexión (90º). (Figura 12 y 13).
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Figura 12 |
Figura 13 |
Férula
palmar. También llamada ventral o anterior. Se utiliza
sobre todo en lesiones tendinosas para garantizar el
descanso. Discurre por la cara anterior de brazo. Va
desde de la articulación metacarpofalángica (MCF), que
debe quedar libre, hasta dos dedos por debajo de la
articulación del codo. La muñeca debe mantenerse en
flexión dorsal (30º). Es necesario recortarla a la
altura del primero dedo. (Figura 14 y 15).
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Figura 14 |
Figura 15 |
Férula
dorsal. También llamada posterior o volar. Al igual que
la anterior va desde la articulación MCF hasta dos dedos
por debajo de la articuación del codo, con la diferencia
de que ésta, se coloca en la cara posterior. La
articulación de la muñeca debe permanecer en flexión
dorsal (30º). Es necesario recortarla con el fin de
permitir los movimento del primer dedo. (Figura 16 y
17).
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Figura 16 |
Figura 17 |
Férula en
intrínseco plus: Se utiliza sobre todo en lesiones
tendinosas. Puede ser dorsal o palmar, según indicación.
Va desde la falange distal hasta dos dedos por debajo de
la articulación del codo. La muñeca debe permanecer en
flexión dorsal (30º) y la articulación MCF en flexión
(90º). Las articulaciones interfalangicas deben estar en
extensión. El primer dedo tiene quedar libre, puede ser
necesario recortarla para permitir esto. (Figura 18 y
19).
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Figura 18 |
Figura 19 |
Férula
dorsal incluyendo primer dedo. Se realiza igual que una
férula posterior a la que añadimos una prolongación para
el primer dedo. La articulación de la muñeca debe
permaner en flexión dorsal (30º) y el primer dedo en
oposición con las articulaciones interfalangicas en
ligera flexión. (Figura 20 y 21).
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Figura 20 |
Figura 21 |
Férula
cubital incluyendo cuarto y quinto dedo. Se confecciona
igual que una férula posterior. Discurre por la cara
cubital del brazo. Debemos medir desde las falanges
distales hasta dos dedos por debajo de la articulación
del codo. Puede ser necesario recortarla para permitir
el moviento de los dedos no incluidos en la
inmovilización. La articulación de la muñeca debe
permaner en flexión dorsal (30º), la articuación MCF en
flexión (45º) y las articulaciones interfalangicas en
ligera flexión. (Figura 22 y 23).
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Figura 22 |
Figura 23 |
Férula
braquio-antebraquial: medir desde el extremo superior
del brazo hasta las cabezas de los metacarpianos,
recortándola para el pulgar y utilizando la técnica de
corte lateral a la altura del codo (colocar en flexión
de 90º). La muñeca debe quedar en flexión dorsal (30º).
(Figura 24 y 25).
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Figura 24 |
Figura 25 |
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Una guía práctica, visual y de fácil manejo, como la realizada,
facilita el trabajo diario, sobre todo al personal de nueva
incorporación. También pretende aumentar la eficiencia, ya que
una buena praxis reduce la probabilidad de la aparición de
complicaciones con lo que se evitan costes innecesarios. Además
aumentamos la satisfacción del usuario al mejorar los cuidados.
-
McRae,
R. TRATAMIENTO PRACTICO DE LAS FRACTURAS (tercera
edición). Ed: McGRAWHILL* INTERAMERICANA. Madrid,
1998.
-
Iversen, L. D.; Swiontkowski, M. F. MANUAL DE
URGENCIAS EN ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA. Ed: MASSON-Little,
Brown. Barcelona, 1996.
-
Sánchez Martín, M. Mª.; Abejón, A.A. CUIDADOS DE
ENFERMERÍA EN TRAUMATOLOGÍA Y CIRUGIA ORTOPÉDICA
(SEGUNDA PARTE). Ed: Universidad de Valladolid.
Valladolid, 1993.
-
Barsotti, J.; Dujardin, C. GUIA PRATICA DE
TRAUMATOLOGIA. Ed: MASSON. Madrid, 1998.
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