SOBRE LA SANA COSTUMBRE DE INVESTIGAR
DECENTEMENTE |
La Enfermería, como disciplina científica
que es, ha venido desarrollando desde sus
orígenes una actividad investigadora cuyos
resultados han sido determinantes para
dirigir, orientar y gestionar los cuidados,
no sólo por parte de los propios
profesionales sino también por la
administraciones competentes en materia de
salud. En este largo camino, no han sido
pocas las dificultades que hemos tenido que
superar, reivindicando nuestra capacidad
investigadora como ciencia, muchas de las
cuales siguen estando hoy presentes en
nuestro entorno.
Afortunadamente, estas dificultades, se van
superando día a día, y la producción
investigadora y científica está obteniendo
un reconocimiento cada vez mayor, debido a
los grados de evidencia alcanzados. A pesar
de ello, queda todavía mucho por avanzar,
mucho por investigar.
Desempeñamos nuestra labor profesional en el
campo de las urgencias y emergencias, tanto
hospitalarias como extrahospitalarias. No es
habitual la producción científica de este
campo de la Enfermería, posiblemente por ser
un nivel asistencial casi desconocido o
ignorado en muchas ocasiones, no sólo por
los usuarios, sino también, incluso, por la
propia administración pública. Es difícil
ubicar, por ejemplo, al nivel
extrahospitalario de urgencias y
emergencias, puesto que no pertenece a la
atención primaria de salud en sí, ni tampoco
al nivel hospitalario. Su ubicación, por
tanto, estaría en un nivel intermedio o
“puente” entre ambos y que comunica a ambos.
Próximamente celebraremos nuestro encuentro
científico anual, a través del Congreso
Nacional SEEUE. Desde hace varios meses el
Comité Organizador lo está preparando todo,
incluido también lo relacionado con la
producción Científica. Es ilusionante
contemplar las inquietudes investigadoras
del área de urgencias, emergencias y
cuidados críticos de nuestra profesión. Es
motivador observar cómo los profesionales,
poco a poco, integran en su día a día la
actividad investigadora como una función más
de su trabajo que complementa a la
asistencial y a la formativa.
Por otro lado, mostrando la cruz, la cara
más amarga, ... también nos hemos
entristecido al observar como, determinadas
personas, que dicen llamarse profesionales y
científicos, han tratado de burlarse del
Comité Científico SEEUE y por extensión de
la propia Sociedad Científica, presentando
trabajos, a modo de comunicación, en los que
han utilizado claramente la insana práctica
del “corta y pega”, haciendo así un intento
de plagio de una de las Recomendaciones
Científicas más conocidas de la SEEUE,
reproduciendo sin permiso de los autores y
sin referencia bibliográfica alguna, textos
íntegros y literales de la citada
Recomendación Científica SEEUE.
Toda producción científica debe tener el
espíritu “linux”, es decir, ha de ser
compartida con el resto de la Comunidad,
para que ésta la enriquezca y utilice cuanto
sea necesario. Pero esto no ha de
contraponerse a las buenas prácticas y ética
en el quehacer investigador. Estas buenas
prácticas obligan a respetar los trabajos de
autoría ajena, referenciando ordenadamente
la bibliografía empleada, y en caso de
reproducciones de textos literales,
solicitando el permiso a sus autores o, si
se tratara de un comentario sobre una obra
determinada, al menos citando la nota
bibliográfica.
Confiamos y deseamos que el espíritu y la
iniciativa investigadora de los
profesionales de la Enfermería siga un
camino distinto al del ejemplo anterior y se
acojan a las buenas prácticas
investigadoras.
A través de la actividad investigadora y la
producción científica se encierra un
potencial de consecuencias incalculables
para la profesión. Como disciplina
científica que es, el mejor modo que tiene
la Enfermería de reivindicar su labor
profesional es a través de la evidencia y el
rigor científico. Es ese el lenguaje que
debemos emplear.
SEEUE
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