Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias

 Número 37

Diciembre 2005/Enero 2006  

 

Revista indizada en

Base de datos de Revistas de Enfermería

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RECEPCIÓN, ACOGIDA Y CLASIFICACIÓN ASISTENCIAL DE LOS PACIENTES EN URGENCIAS

     La Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias, (SEEUE), ante la permanente controversia sostenida en los foros de debate de los profesionales sanitarios de urgencias y emergencias, acerca de la oportunidad de la actividad enfermera en las áreas asistenciales que comúnmente se denominan “triaje de urgencias”, y tras un  pormenorizado estudio de la bibliografía publicada1 , hace las siguientes puntualizaciones:

La utilización del término “triaje1 ”, por su significado y aplicación histórica, debe quedar circunscrito, en la terminología sanitaria, para definir la clasificación de víctimas producidas por catástrofes2 .

“Triaje” es un término que en la práctica asistencial siempre, sin ningún genero de duda o controversia, ha sido aceptado su uso para definir la clasificación mediante colores, (incluido el negro para significar no acción), en situaciones de accidentes o catástrofes con múltiples victimas que reciben asistencia sanitaria. Entendemos esta situación no en el ámbito de las Urgencias Hospitalarias, sino en la atención de emergencias extra o prehospitalarias desde cualquiera de los efectivos englobados en los actuales Sistemas Integrales de Emergencias (SIE) y a tal fin. En la memoria histórica el término provine de su uso y aplicación en el ámbito militar en situaciones de guerra o catástrofes. Dicha clasificación por colores tiene por objeto el establecimiento de prioridades en la atención a las víctimas, recordando que el negro se asigna a los cadáveres o víctimas no recuperables.

La extrapolación del término “triaje” a la acción de clasificar pacientes, en los servicios de urgencias de los hospitales y del nivel prehospitalario de Primara, no coincide con su significado y uso original, o al menos con el uso original del término, máxime cuando en nuestro idioma la acción a la que se aplica dicho término se corresponde con el concepto de “clasificar”. Es fácil de comprender que por masificada que sea la demanda de atención urgente en los hospitales no se corresponde con la situación de catástrofes con múltiples víctimas.

El primer contacto de los pacientes con el personal sanitario en los servicios de urgencias tanto hospitalarias como del nivel asistencial de Primaria, es entendido y definido, por la SEEUE, como RECEPCIÓN, ACOGIDA Y CLASIFICACIÓN DE LOS PACIENTES EN URGENCIAS, en aras de una priorización, y ordenación eficaz, de la atención sanitaria y de los cuidados enfermeros, acorde con los recursos materiales y humanos dispuestos por la entidad responsable y prestadora de la asistencia, y disponibles en el momento asistencial, considerando además las estructuras físicas y espaciales en donde se apliquen dicha asistencia y cuidados. Y esto en función de los problemas de los pacientes, manifestaciones, respuestas humanas y necesidades derivadas y, expresadas por él mismo y su familia, y/o detectadas por el propio profesional de Enfermería.

1 Respecto de una pregunta formulada, en noviembre de 2004, por la SEEUE a la RAE, hemos obtenido la siguiente respuesta: “El término TRIAJE no ha sido de momento admitido por la Academia. Tampoco aparece en otros diccionarios de uso que hemos consultado. En efecto, en lo textos de la documentación encontrados, parece equivaler a SELECCIÓN o CLASIFICACIÓN. Hemos localizado su empleo en el ámbito hospitalario, haciendo referencia a la clasificación de los enfermos del servicio de urgencias, de forma que sean atendidos según la gravedad de su caso y con independencia del orden de llegada se establezcan los tiempos de espera razonables para cada uno de ellos. Transmitiremos su información al Instituto de Lexicografía, para que se estudie la conveniencia de incorporar este tecnicismo al diccionario. En cuanto a su ortografía, las voces españolas terminadas en -aje se escriben siempre con jota: garaje, peaje, pasaje, etc.”

En la edición 22ª del diccionario de la lengua española sólo se encuentra el término triar

DEFINICIÓN RAC

     La RAC es una correcta comprensión del problema de salud de los pacientes y su ecosistema, entorno y familia, desde la óptica asistencial por niveles de gravedad y su correspondiente clasificación y adecuación a la estructura del me-dio asistencial de urgencias en el que nos encontremos, realizado todo ello en un contexto de relaciones interpersonales, inherentes y básicas en cualquier relación humana de respeto, atención y cuidado, que enmarcamos en la acción funda-mental de recibir y acoger al demandante y su ecosistema.

     La RAC no puede entenderse sólo como un proceso exclusivo del ámbito de la atención urgente hospitalaria. Superado el instante de triaje en situaciones de catástrofes, desastres o accidentes con múltiples víctimas, se mantiene y refuerza la relación interpersonal, inevitable de otro modo, entre víctima/paciente y profesional sanitario. En esta relación hay que establecer conexiones empáticas y éstas se enmarcan en el continuo del proceso RAC3 .

OBJETIVOS RAC

  • Mejorar la calidad y la eficacia de los servicios de urgencias y emergencias, mediante una respuesta adecuada a las necesidades de los usuarios, estableciendo  criterios homogéneos, científicos y coherentes sobre la necesidad de atención, que el paciente presenta con respecto a su demanda de asistencia y sobre la base de ello, aplicar las intervenciones enfermeras para garantizar su seguridad.

  • Ordenar de manera eficaz la demanda mediante valoración enfermera inicial.

  • Clasificar y distribuir los pacientes en base a sus necesidades asistenciales según la organización y estructura de la Unidad.

  • Aplicar, si procede, ciertas técnicas, iniciales y básicas, propias del ejercicio profesional.

  • Prestar a los pacientes, y a sus familiares o acompañantes, una aproximación humana y profesional al problema planteado como demanda asistencial en todo su contexto,

  • Facilitar estabilidad y confort en la medida de lo posible.

  • Prestar apoyo emocional y ayuda psicológica, para disponer al paciente hacia una actitud terapéutica positiva, obteniendo así el más alto índice de calidad posible en el conjunto de las prestaciones sanitarias.

     En consecuencia la Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias asume y propone que:

     La Actividad de RECEPCIÓN, ACOGIDA Y CLASIFICACIÓN DE LOS PACIENTES EN URGENCIAS, según lo manifestado, ES PROPIA DE LOS ENFERMEROS/ AS por:

  • su cualificación profesional, al amparo de su titulación académica;

  • y según los artículos 52, 53 y 54 del Real Decreto 1231/2001, de 8 de noviembre, por el que se aprueban los Estatutos generales de la Organización Colegial de Enfermería de España, del Consejo General y de Ordenación de la actividad profesional de enfermería;

  • y la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias en sus artículos 5.1, a) b) y C); artículo 7.1 y 2 a);

  • y de manera específica cuando expresamente se contemple en procedimientos y/o protocolos de unidades o centros asistenciales, (TSJ Andalucía (Sev) Sala de lo social, S-22-5-2001, nº 2190/2001, rec. 3887/2000).

CONSIDERACIONES

     La aplicabilidad de la Recomendación Científica se ajustará a un ordenamiento de la actividad mediante protocolo, algoritmo, o árbol de toma de decisiones que en cada caso se considere oportuno por la correspondiente dirección de la unidad de urgencias o centro asistencial donde se quiere aplicar. A tal fin la Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias cuenta con un desarrollo de la RAC a disposición de quienes lo puedan necesitar para su aplicabilidad. Dicho desarrollo contempla, entre otros elementos, el perfil del profesional enfermero que aplica la RAC, niveles de competencia y niveles de clasificación.

     La actividad asistencial, de técnicas y de cuidados, de observación y evaluación enfermeras quedará reflejada en el correspondiente registro de enfermería, legible, comprensible y perfectamente identificables el paciente y el profesional que le atiende.

     La fase de clasificación de pacientes en la RAC no ha de sustentarse en un diagnóstico clínico médico, sino, como sostenemos en esta Recomendación Científica, en una valoración de problemas de salud y de necesidades a la vez que de identificación de mejora, valoración que, a posteriori, podría derivar en diagnósticos enfermeros, y en el establecimiento de un potencial Plan de Cuidados, como intento primero y de inicio del Proceso Enfermero contextualizado al área de Urgencias y/o Emergencias, y que mantenga una línea e idea de continuidad en los cuidados, sin olvidar las primeras intervenciones que en situaciones en que prime la supervivencia del paciente, habrán de priorizarse a expensas de este desarrollo metodológico y desde las que deberemos participar como parte integrante del equipo multidisciplinar en el que estemos integrados4 .

BIBLIOGRAFÍA

1

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3

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4

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